Cristianismo-Mesianismo ¿Luz De Las Naciones?

Uno de los textos preferidos del cristianismo es aquél que se refiere a Jesús y paralelamente a la “iglesia de Jesús” como la luz del mundo o de las naciones. Démosle una mirada.

“De nuevo se dirigió Jesús a la gente: ‘Yo soy la luz del mundo. El que me sigue jamás andará en oscuridad sino que tendrá la luz, la cual es vida… mientras esté en el mundo, soy luz para el mundo… Ustedes son la luz del mundo.  Una ciudad en lo alto de una montaña no puede esconderse. No encienden una luz para ponerla debajo de un almud (cajón para medir áridos), sino que la pondrán sobre la menorá (candelabro) para que alumbre a todos los de la casa. Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y glorifiquen (exalten) al Padre que está en el Cielo.”

(Juan 8: 12; 9: 5; Mateo 5: 14-16 - Traducción propia)

Claramente Jesús dijo que él era la luz del mundo (no Israel) y el que lo siguiera sería igualmente luz del mundo o de las naciones (esto descarta a los judíos que no lo recibieron, o sea prácticamente a todos). De esta manera estaba empoderando a su propia congregación o lo que es lo mismo a la “iglesia”.

Pero resulta que la “explicación” que dan en el Testamento cristiano es que la “iglesia es todo un misterio” (claro, porque ni se registra semejante innovación en las verdaderas Escrituras Santas). Dicen que es un misterio que fue revelado a los profetas y apóstoles.

Ahora, ¿Cuales profetas si ya no había más en ese tiempo? Ningún profeta verdadero del Tanaj lo manifestó. Al menos que se estén refiriendo a ridículos visionarios contemporáneos de Jesús, alejados de la verdad de la Torá.

¿Se les dio una revelación divina a los emisarios o “apóstoles” de Jesús? ¿Solo doce hombres y encima ignorantes (o “no estudiosos”) de la Torá?

“…al misterio del Mashíaj, el cual no fue dado a conocer en otras generaciones a los hombres, como se les ha revelado ahora a sus ‘santos emisarios’ y profetas por medio del espíritu (santo): Que los goyim (gentiles) por medio del Mashíaj Jesús son juntamente (con los judíos) herederos y miembros del mismo cuerpo (osea de la “iglesia” o congregación de Jesús), y  también partícipes de la promesa  por medio del mensaje de la besorá (buena noticia)”

(Efesios 3: 4-6 – Traducción propia)

Como podemos apreciar, el cristianismo en su origen se trató de un verdadero culto mistérico pagano muy común en esa época; que luego tomó verdadero cuerpo cuando se institucionalizó en Roma bajo el gobierno del emperador Constantino.

Nos han querido vender gato por liebre. Nos han querido hacer creer que Roma es la nación encargada de ser luz de las demás naciones. Ya sea bajo el nombre de “verdadero Israel”, “Israel espiritual” o “el Israel de D-os”.

Para nada cuenta estar o no estar circuncidados; lo que importa es ser una nueva creación. Shalom y misericordia desciendan sobre todos los que caminen según esta regla, y sobre el Israel de D-os.” (Gálatas 6: 15, 16 – Traducción propia)

Esto lo termina certificando claramente Jesús cuando dijo: "Por eso les digo que el Reino de D-os se les quitará a ustedes y se le entregará a una nación que produzca los frutos del Reino" (Mateo 21: 43 – Traducción propia). 

Roma fue la originadora de la iglesia cristiana y de todas sus casi infinitas ramas, quieran o no aceptarlo muchos cristianos.

Pero la verdad no le fue revelada a un grupito de gente ignorante en secreto, sino a toda una nación frente al Monte Sinai:

“Ahora, por lo tanto, si has de obedecer Mi voz y observar Mi pacto, serás Mi tesoro entre todos los pueblos; porque toda la tierra es Mía y ustedes serán para Mí un reino de Sacerdotes y una nación sagrada” (Shemot 19: 5, 6).
Como resultado de esta designación especial los judíos tienen la responsabilidad de ser “una luz entre las naciones” (Isaías 49:6), o sea de enseñar a los no judíos a cumplir las siete Leyes Noájidas y así llevar al mundo entero al verdadero servicio al Creador Único, trayendo así la redención final, como lo profetizó Isaías:
“Y en los días por venir, el Monte de la Casa de Hashem se erguirá firme por sobre las montañas y se encumbrará sobre las colinas. Y todas las naciones fluirán hacia Él. Y los muchos pueblos irán y dirán: ´ Vamos, subamos al Monte de Hashem, a la Morada de Elokim de Jacob, para que nos instruya en Sus sendas, y podamos transitar Sus caminos´. Porque de Tzión saldrá la Torah y la palabra de Hashem de Jerusalén…(2: 3)” 

(Introducción de “Proyecto JAI”)


Reuel Rolando Schnyder

Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis